Guatemala: Nacidas para parir

junio 2, 2010

La mujer indígena es invisible en la sociedad guatemalteca. Su discriminación está tan extendida que llega al propio entorno familiar. No tiene acceso a la educación, se casa joven y a esa misma edad se queda embarazada, “nacen para parir” nos cuenta María Inés Alvarado, presidenta de la Asociación de Comadronas Vida. Una vez casadas su día a día se reduce a la atención de los niños y de la huerta, si la tienen. “Los esposos no las consideran compañeras, están ahí para darles hijos, muchas veces ni siquiera pasa el tiempo de recuperación necesario entre uno y otro y las matrices no cicatrizan”.

Sololá, que está en la zona occidental de Guatemala, tiene uno de los mayores índices de mortalidad materna del país. El 85 por ciento de las mujeres dan a luz a sus hijos en casa. Su rechazo a los servicios sanitarios viene del trato que reciben en ellos. “Cuando van son discriminadas, se les maltrata”. Denuncia María Inés que les prohíben gritar mientras están pariendo. “Les dicen ‘cállate’, ’si fuiste buena para acostarte con tu marido ahora tienes que serlo para parir’ y cosas así”. La cultura indígena respeta la libertad de la mujer a la hora de tener el niño,” para ellas cambiar su forma de nacer es cambiar la forma de vivir “. Las indígenas están acostumbradas a parir sentadas, de rodillas o de pie pero en los centros de salud las obligan a tumbarse en la camilla. “No se les puede imponer” dice Mª Inés que participó en el congreso de Cooperación Internacional en Salud Sexual y Reproductiva que Medicusmundi celebró la semana pasada en Oviedo.

Esa brecha que existe entre las embarazadas y los servicios sanitarios pone en peligro la vida de las mujeres porque aumenta el riesgo de sufrir complicaciones. La asociación de comadronas forma desde 2005 a parteras que acuden a sus casas a ayudarlas. “En nuestra cultura es muy importante ese trato cercano, humano, que es el tipo de atención que reciben de las comadronas. Ellas las someten a vapor para aliviarlas y masajes para una mejor recuperación. Así es como lo conciben, es lo que buscan y no encuentran en los servicios médicos que no hacen nada por adaptarse”. En Sololá el 95 por ciento de la población es indígena.

En la asociación realizan cursos de formación a mujeres que en muchos de los casos ya están ejerciendo como comadronas en las comunidades sin haber tenido ningún tipo de instrucción.”En la zona hay 1400. Unas no están formadas y otras han recibido la formación del Ministerio de Sanidad, que no son más que clases magistrales, sin prácticas”. Las parteras son analfabetas. “No vale quedarse en la teoría. Nosotros nos adaptamos al hecho de que no saben leer ni escribir, cogemos modelos pélvicos, hacemos dramatizaciones para explicarles los síntomas, y sobre todo, partimos de la experiencia que ellas ya tienen para enseñarles la mejor forma de hacerlo”. Durante tres meses se reúnen dos veces a la semana, reciben la teoría básica y realizan simulacros en los que tienen que enfrentarse a los problemas que pueden surgir durante el parto real.

En la última década la mortalidad materna se ha reducido a la mitad en la zona, de 34 muertes en el 2000 a 14 el año pasado. La organización atiende a 85 comunidades y además del aprendizaje suministran el material más elemental a las comadronas. Ésa formación se extiende a la familia de la embarazada para que, si no está la partera, puedan reconocer las complicaciones que surjan durante el parto y trasladar a la mujer lo antes posible ya que hoy las mujeres mueren porque quienes están a su alrededor no reconocer las señales de peligro y la ayuda llega tarde.

A pesar de la pobreza y la falta de recursos que sufren la mayoría de las familias no ponen freno para la natalidad, entre otras cosas, porque las mujeres indígenas no saben qué es la planificación familiar. “El gobierno no las informa ni provee. Sólo ha repartido algún condón. Quienes damos esa información somos las organizaciones sociales” reconoce Inés. Las pocas que acceden a los métodos anticonceptivos reciben el rechazo social. “Por el machismo que hay en la sociedad, las que quieren no lo hacen libremente sino a escondidas porque sus maridos no lo aceptan, las insultan y las tachan de infieles“.

Fuente:

http://periodismohumano.com/cooperacion/nacidas-para-parir-o-partos-a-domicilio.html